
Las dos intervenciones en la Fundación, memorial doble del haya, se sitúan en el jardín y en una de las ventanas del edificio, y son visibles desde diferentes perspectivas y con distintas condiciones lumínicas, nocturna y diurna. La primera consiste en la proyección, desde el atardecer, de la silueta del haya seca sobre el torreón del museo; en la segunda, el árbol ausente se dibuja a través del grabado al ácido en el gran ventanal de la tienda, enlazando con

El proyecto se completa con la realización de dos libros-caja con materiales tomados del haya y esta exposición, una senda a través de la noche de los árboles antiguos o caídos que he conocido…”
Miguel Ángel Blanco
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