Revista:"Ojo de Pez"

Ojo de Pez es una revista rebelde sobre fotografía documental, trata de cubrir un hueco dentro del panorama del fotoperiodismo actual: su principal objetivo es dar cabida a reportajes fotográficos que no han sido publicados en ningún otro medio y recuperar así la figura esencial del editor gráfico como creador de contenidos.

La idea partió de un grupo de estudiantes de Comunicación Audiovisual, guiados por Frank Kalero, actual director de la revista, que cansados de no ver satisfechas sus expectativas profesionales ni artísticas decidieron crear su propio fanzine (del inglés, fanatic-magazine) donde publicar sus trabajos. Después del segundo número, se quedaron sin dinero, pero Alberto Anaut, presidente de PHoto España y propietario de la editorial La Fábrica, decidió, fascinado por su iniciativa, patrocinar la revista. A partir de este momento toma una forma más precisa, más estructurada y, desde el número 6 en adelante, el hilo conductor de cada número es un tema concreto (el primero fue “Humanos”).

Creada en 2003- 2004 Ojo de Pez es una nueva mirada al mundo de la fotografía documental. Es una revista dedicada a publicar cada tres meses proyectos fotográficos que difícilmente encuentran su espacio en los circuitos editoriales convencionales. Cada número tiene un editor gráfico de reconocido prestigio, que selecciona los reportajes más interesantes entre aquéllos que ha recibido y que, por diversos motivos, no se han podido publicar en otros medios de comunicación.

Cada reportaje incluye un texto que reflexiona sobre la realidad que las fotografías evocan. Una revista indisciplinada de fotografía documental para quienes quieren ver la realidad tal y como es, sin filtros ni maquillajes que la camuflen.

"Los fotógrafos implicados en este proyecto donan sus trabajos al comprobar que no podrán ser editados en ningún otro medio de este país (bien por el tema que tratan, por las ampollas que podrían levantar o porque simplemente no están de moda)."

Hoy, Ojo de Pez, que comenzó como una distribución de sólo 3.000 copias tiene una tirada de 10.000 unidades y puede comprarse en los kioscos.

“El objetivo de cada reportaje es contar una historia, no tiene por qué ser forzosamente el clásico reportaje. La cosa más original es que cada número de la revista tiene un foto editor diferente, lo que hace que cada número sea distinto del anterior, que adquiera un toque personal”

“Para un foto editor, cuyo deber es seleccionar las imágenes y acoplarlas con los textos, lo máximo es poder tener total libertad de acción, ninguna censura y una absoluta variedad de visiones”

“El fotógrafo documental de nuestros días explora su vecindario y también el mundo en toda su magnitud… La descripción del mundo se ha transformado en una representación de una idea del mundo que puede ser un día cualquiera o un suceso desde una perspectiva más amplia”.

"Tela Rosa para vestir". Helena Almeida

Helena Almeida es una de las artistas portuguesas con mayor proyección internacional. La obra Tela Rosa para vestir (1969) que da título a esta exposición es , además de punto de partida del proceso creativo de Almeida y propuesta paradigmática de su trayectoria, la primera que produce en soporte fotográfico.

La fotografía constituye para Almeida el medio con el que cuestionar y deconstruir los límites de las disciplinas artísticas tradicionales, dando lugar a un lenguaje tan coherente y genuino como inclasificable. Creadora de pinturas cuando como superpone brochazos monocromos sobre sus fotografías, de dibujos cuando la esencia de la línea se materializa en un hilo de crin, de esculturas y performances cuando su cuerpo se convierte en puro volumen o acción, Almeida es autora de una dinámica transdisciplinar que, en una suerte de giro copernicano, busca alcanzar el concepto a través de la emoción. Tal vez la pluralidad sensorial que persiguen sus obras encuentre su leitmotiv más característicos en la búsqueda de la tridimensional desde un soporte que se sabe plano: “la pintura, dice, sucede en tanto que lo tocamos”.

Presente ella misma en todas sus imágenes, Helena Almeida consigue rehuir, sin embargo, la idea de autorretrato y autorrepresentación. El cuerpo es un su obra una mancha de color, una representación pictórica en sí misma que llega a poner en entredicho la manida distinción entre lo abstracto y lo figurativo. En palabras de María de Corral, la presentación del cuerpo es en la obra de Almeida la ausencia de la persona.

Seguramente sea este juego constante con la ambigüedad uno de los mayores logros del trabajo de Helena Almeida. También su manera de conseguir composiciones de enorme carga poética e impacto visual mediante una metodología simple y depurada y unos recursos escasos. A través de obras históricas nunca antes expuestas, y de series recientes que se muestran por primera vez y que culminan con la entrada del “otro” en la imagen. Tela rosa para vestir quiere ser un recorrido por el lenguaje de la artista. Una exposición que indague en la investigación formal y conceptual que ha guiado su carrera a lo largo de cuarenta años.